Un trasplante consiste en trasladar un órgano, tejido o un conjunto de células de una persona (donante) a otra (receptor), o bien de una parte del cuerpo a otra en un mismo paciente.
La lista de órganos y tejidos trasplantables incluye: pulmón, corazón, riñón, hígado, páncreas, intestino, estómago, piel, córnea, médula ósea, sangre, hueso, entre otros, siendo el riñón el órgano más comúnmente trasplantado a nivel mundial.
La principal razón por la que se realizan los trasplantes es porque se busca reemplazar algún órgano o tejido enfermo o lesionado y sustituirlo por uno sano.
Para muchas personas, un trasplante es la única alternativa para salvar la vida ante enfermedades como insuficiencia cardíaca, cirrosis, hepatitis fulminante, cáncer de hígado, insuficiencia renal, diabetes mellitus y queratocono, que destruye las córneas.
El trasplante de un órgano o un tejido puede parecer una tarea sencilla; sin embargo, existen diversos limitantes que hacen que no lo sea.
Cuando el órgano o tejido donado no proviene de la misma persona o de alguien genéticamente idéntico, un gemelo, por ejemplo, es indispensable tomar en cuenta la “compatibilidad” que exista entre el donante y el receptor.
Si no son compatibles, el sistema inmunológico del receptor reaccionará de manera negativa al trasplante y lo rechazará poniendo en riesgo el procedimiento y la vida del paciente.
El Día Mundial de Trasplante de Órganos y Tejidos tiene el objetivo de promover una cultura de donación de órganos y tejidos.
La donación de órganos y tejidos de una persona hacia otra debe de ser un acto altruista, voluntario y de solidaridad, y éste puede ser en vida o cuando la persona fallece.
Para que la donación de un órgano o tejido se lleve a cabo, es importante que la persona donante manifieste por escrito o de manera verbal su voluntad de donar sus órganos.
La donación de órganos y tejidos se puede realizar en vida o cuando el donante fallece:
- En vida: se puede donar un riñón, un segmento de hígado, pulmón, intestino, páncreas, o células hematopoyéticas, que pueden transformarse en glóbulos blancos, glóbulos rojos y plaquetas.
- Al fallecer: Cuando el deceso fue por muerte encefálica o paro cardíaco, se analizará la situación y condiciones de los órganos o tejidos para asegurarse que sea adecuado para el trasplante. En esta situación, se podrá donar el corazón, pulmones, hígado, riñones, intestino y páncreas.
En el caso de que una persona muera y no haya expresado voluntad alguna sobre sus órganos, los familiares pueden dar su consentimiento para que éstos sean donados.